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El Taller del Traductor

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Translators’ epic split

23 de diciembre de 2013 by eltallerdeltraductor 1 comentario

We have had our ups and downs, our fair share of ridiculous rates and impossible deadlines. That’s what made us what we are today. Now we stand here before you. What you see are bodies crafted to perfection with hands engineered to defy the laws of typing and a mindset to provide you the most epic of translations.

Translators' epic split
Only professionals provide epic translations

Gracias al Gascón Jurado por enseñarme el vídeo.

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La interpretación… ese mundo tan imprevisible

31 de agosto de 2013 by eltallerdeltraductor 32 comentarios

Ayer circulaba por las redes sociales el siguiente vídeo:

Después del choque inicial, busqué la conferencia completa en español y me encontré con esto:

A partir del minuto 20, cambian de intérprete y se escucha a un chico que sí es nativo. Tras ver esto, creo que es bastante evidente que no contrataron a la primera persona que pasaba por allí. Lo que me pregunto es qué pasó para que tuviera que interpretar al español una inglesa o estadounidense. Hay que tener en cuenta que la Gamescom se celebra en Alemania. ¿No encontrarían a suficiente gente? ¿Tendrían alguna baja a última hora? No voy a entrar en la terminología especializada porque supongo que encontrar intérpretes de conferencia españoles en Alemania ya de por sí es difícil, como para que estén especializados en videojuegos. Aunque algo de documentación no les habría venido mal. ¿Tendrían tiempo de prepararse? En la facultad se nos enseña lo importante que es documentarse, pero en la vida real también hay situaciones que distan mucho de ser las ideales o las que esperabas.

Una profesión imprevisible
Intérpretes

Esto me ha hecho reflexionar sobre la primera vez que hice una interpretación «oficial» fuera de las aulas. Hace muchos años ya, se puso en contacto conmigo una aseguradora de California y me comentaron que uno de los abogados del despacho tendría que acudir a Las Palmas de Gran Canaria a una reunión que tendría lugar en una semana y que necesitaría un intérprete. Al principio, el tema de los seguros me echó un poco para atrás, pero me explicaron que el abogado acudía solo en calidad de testigo de la reunión y que él no hablaría apenas. Entonces les pedí más detalles sobre el asunto de la reunión, pero insistieron en que no me preocupara demasiado (¡ja!) y que él mismo ya me daría más detalles en persona. Acepté el encargo porque unos meses antes había ayudado a una investigadora de Reino Unido a hacer unas entrevistas y me sentí bastante cómoda haciendo interpretación bilateral.

El día antes de la reunión, me encontré con mi cliente para preparar la interpretación. Me explicó que la aseguradora para la que trabajaba tenía un cliente (una empresa) que iba a discutir con unos clientes suyos una compensación económica. Como buen abogado, no me dio nombres. Solo me comentó a qué sector pertenecían, por lo que busqué documentación sobre el sector, aunque más tarde descubriría que no la necesitaba. Acordamos que acudiría a la reunión una hora antes para conocer al resto de partes implicadas.

Y allí estaba yo, al día siguiente, con mi libreta para tomar notas, que luego tampoco me hizo apenas falta… Lo primero que descubrí fue que la empresa-cliente de mi cliente era una multinacional gordísima y que los clientes de la multinacional exigían una indemnización millonaria por un producto defectuoso. Además, como se trataba de muchísimo dinero, había acudido también a la reunión el presidente de la multinacional y técnicos de la oficina central (de Estados Unidos), junto con representantes y abogados de la filial española.

Poco antes de empezar la reunión, me comentaron que también habría otro intérprete que se encargaría de las intervenciones de la multinacional. Recordemos que mi cliente era la aseguradora, ya que querían enterarse de lo que se hablaba porque tendrían que asumir toda o parte de la cifra que se acordase. Todo empezaba a cobrar sentido.

Por aquella época, el mundo de los negocios me parecía un mar de tiburones y no me sentía nada a gusto en una situación tan tensa y complicada. Además, yo tenía en mente que haría interpretación bilateral, pero la situación requería interpretación susurrada. Eso sí que no lo había hecho nunca, pero si me negaba, además de quedar muy mal con mi cliente, le hubiese sido muy complicado encontrar a otro en menos de una hora, si es que lo hubiese conseguido. Así que hice de tripas corazón e intenté prepararme para lo que se avecinaba.

Cuando llegó el momento de la verdad y entramos en la sala (que era muy parecida a la del anuncio del Pronto), el presidente de la multinacional se sentó en el centro de la mesa, con su equipo a la derecha y los representantes de la filial española, a la izquierda. El otro intérprete estaba en el extremo derecho, junto a los técnicos, porque habían preparado una presentación y tenía que interpretarla. A la izquierda del presidente de la multinacional había dos huecos: uno para mi cliente (el abogado de la aseguradora) y otro para mí. En frente, estaba el abogado que representaba a todos los afectados, rodeado de asesores y consejeros.

Aquello se parecía mucho a un duelo medieval. Al empezar la reunión, el presidente de la multinacional (sentado en medio) iba hablando, su intérprete (que estaba en el extremo de la mesa) le seguía y luego respondía el abogado de los afectados. Mientras yo, a la izquierda del presidente, interpretaba susurrando a mi cliente. Esto pasó hace mucho tiempo, pero aún recuerdo como si fuera hoy el momento en el que el presidente de la multinacional me tocó el hombro y me dijo que interpretara yo en voz alta lo que él decía. En aquel momento, miré a mi cliente, que asintió con la cabeza y cambié de «modalidad». Durante los primeros diez minutos, hacían pausas para dejarme interpretar, pero el ambiente se empezó a caldear, cada vez hablaban más rápido y lo que era bilateral se convirtió en simultánea sin cabina. Ese día descubrí que hablar rápido, como siempre hago, puede tener su utilidad y todo. 😀

Tras dos horas, hicimos un descanso. En ese momento por fin pude hablar con el otro intérprete, que me comentó que él sí se había preparado la presentación de los técnicos porque se habían reunido el día anterior para hacerlo. Podríamos habernos turnado, pero la verdad es que no se me ocurrió sugerírselo de lo cansada que estaba. Los abogados de la filial española estaban sorprendidos de que fuera capaz de seguirles el hilo y hablar casi al mismo tiempo.

Hubo unas tres sesiones más y todas siguieron la misma tónica: empezábamos relajados, con pausas, pero al final acababan tirándose de los pelos verbalmente. Y yo ahí, en medio del campo de batalla. Era como un juego, la verdad, y ellos lo sabían. En algunos momentos tuve que rectificar cifras (que si yo quiero tantos miles de millones, que si yo te doy cien millones) e incluso los afectados se reían diciendo que preferían negociar con la intérprete. Es uno de esos momentos en los que te quieres morir (¡me he equivocado en una cifra!), pero corriges y no pasa nada. Sé que quedaron contentos conmigo porque me volvieron a llamar.

Después de aquello, me propuse no aceptar más encargos a ciegas. Lo que he contado aquí, bien puede ser un compendio de errores de novata.

Retomando lo que me motivó a escribir la entrada, creo que no hay ningún manual que recoja punto por punto la infinidad de situaciones con las que nos podemos encontrar en la vida.

Yo prefiero traducir que interpretar y admiro profundamente a aquellos que disfrutan del gusanillo que te entra cuando estás ante un auditorio o una audiencia expectante y tienes que resolver problemas a velocidad del rayo. Recuerdo que la profesora de interpretación simultánea nos decía que no era raro inventarse palabras como «arqueologistas». Para un traductor perfeccionista eso es la muerte, pero normalmente al público no le importa tanto. Claro que eso lo decía cuando Youtube aún no existía y solo se retransmitían en directo por la tele conferencias importantes.

Cuando vi el vídeo, lo primero que se me ocurrió fue pensar en que hay que ser muy valiente para ponerse delante de un micrófono e interpretar teniendo pocos conocimientos del idioma hacia el que interpretas. Por cómo habla, la señora parece que está acostumbrada a trabajar con la voz e incluso diría que es intérprete de otro idioma. ¿A lo mejor no le quedaría otro remedio? ¿Quizá era eso o dejar mitad de la conferencia sin interpretar? Desconozco lo que ocurrió, pero estoy segura de que situaciones similares se dan todos los días en contextos mucho más delicados como puede ser el judicial.

Por último, me pregunto qué cantidad de espectadores de la conferencia se habrá quejado oficialmente sobre el tema. ¿O es que la empresa organizadora de la conferencia no tiene responsabilidad alguna? ¿Se lo habrá dicho alguien? ¿O nos quedamos en la anécdota y en la mofa de un vídeo de Youtube?

 

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Los duros comienzos del traductor profesional

3 de mayo de 2013 by eltallerdeltraductor 52 comentarios

traducción profesional
Qué duros son los comienzos.

Cómo hacerse un hueco en el mundo de la traducción profesional

Estos días he leído varias entradas de otros blogs en las que se trataba de forma bastante positiva la inserción laboral o profesional de los futuros traductores. Lo cierto es que, a pesar de que el entorno actual no es nada favorable en España, empezar en un oficio nunca ha sido fácil. Y el mundo de la traducción profesional es un claro ejemplo de ello.

Corría el año 2003. Mis compañeros de promoción y yo estábamos en cuarto y se oían por los pasillos muchos comentarios acerca de lo que haríamos al acabar la carrera. Hasta ese año, a pesar de que yo y el francés no nos llevábamos muy bien, siempre había imaginado que los traductores «de verdad» estaban en las instituciones europeas o traduciendo libros. No fue hasta inscribirme en aquella misteriosa asignatura llamada «localización de software» («Será buscar programas para traducir, ¿no? Interesante.», pensé antes de hacer la matrícula) cuando descubrí que podía hacer muchas más cosas y olvidarme un poco de mis traumas con el francés (desolée…).

Al abrirse ese nuevo mundo de posibilidades ante mis ojos, volví a retomar el contacto con algunos recursos como la lista Traducción en España, un clásico donde los haya con el que he aprendido muchísimo. A día de hoy, aunque no hay tantos hilos de los que yo llamo «profundos», la base de datos que aloja todos los mensajes es todo un tesoro. Nunca pude seguir el ritmo de otra lista mítica: Apuntes.

Y así fue como, poco a poco, durante ese cuarto año de carrera, me empecé a meter de lleno en el mundo (que no «mundillo») de la traducción fuera de las aulas. En un interminable hilo de Traducción en España, alguien mencionó una página para encontrar encargos de traducción: Proz. (¿De qué me suena?) Y ahí que me fui. Curiosamente, estos días hace justo 10 años de eso. El perfil guarda un histórico de todas las ofertas a las que me he inscrito desde el 30 de abril de 2003 (textos de prueba incluidos, ¡oh, dioses!) y las primeras no tienen desperdicio. Fijándome en la de barbaridades que ponía durante los primeros meses, me he dado cuenta de que la entrada de los 7 pecados capitales de los traductores noveles es un poco autobiográfica. Que digo un poco… ¡Es totalmente autobiográfica!

En mis primeros intentos de hacerme un hueco en el mundo de la traducción profesional afirmaba cosas como «Traduzco todo tipo de textos«, añadía mis notas en las cartas de presentación o le exigía al posible cliente una respuesta inmediata (?). Con 21 años y sin saber muy bien qué era aquello de ser traductor autónomo, me lancé de cabeza a la aventura de conseguir encargos de traducción. No tenía mucha idea de lo que hacía, pero lo que sí tenía claro era que no pararía hasta conseguirlo.

Además de registarme en Proz, busqué otros portales similares y me di de alta en todos ellos. Intentaba responder al mayor número de ofertas posible (incluso inversas) con la esperanza de que alguien me diera una oportunidad. Ese mismo verano y todavía sin acabar la carrera, estuve en Barcelona de vacaciones. Junto a una lista de direcciones de agencias de traducción (sacada de Proz, como no), me llevé mi CV bajo el brazo y fui al mayor número de empresas que pude. En persona. Creo que solo recibí un encargo de una de aquellas empresas, eso sí, dos años más tarde. 🙂 Pero además de enseñarme que los resultados a corto plazo son escasos en cualquier profesión, aquel peregrinaje me dio otra lección muy importante: no hay que hacer inversas. Al ver la combinación ES>EN en mi flamante CV, la dueña de una de las agencias que visité me dijo que cómo iba a tener capacidad para traducir bien hacia el inglés si no era nativa. Le respondí (valiente que es una) que en la facultad habíamos hecho inversa en diferentes especialidades. Su respuesta me dejó fría: «Sí, como ejercicio está bien. Pero no para dedicarte a ello.»

Evidentemente, es un gran varapalo que te digan algo así en persona cuando estás deseando que te den tu primera oportunidad, pero a día de hoy sé perfectamente que fue un buen consejo hecho con la mejor de las intenciones. Y me alegro de haber vivido aquella experiencia.

Después de darle un buen lavado de cara al CV y de mejorar mi carta de presentación hasta tener algo decente, conseguí mi primer encargo en septiembre. Fue algo bastante grande. Los manuales de unas impresoras SHARP. Los segundos y terceros trabajos tardaron unos meses más en llegar, pero la factura del primer encargo me sirvió de colchón. Estuve bastantes años colaborando con aquella agencia, aunque el flujo de trabajo era muy irregular.

Durante los primeros dos-tres años, combiné la traducción con otros trabajos. Al igual que otras profesiones por cuenta propia, esto es una carrera de fondo. Los comienzos son díficiles en todos los campos. Nadie dijo que fuera fácil. Y, ante todo, hay que armarse de mucha paciencia y contar con mucha, mucha, mucha (¿he dicho mucha?) perseverancia.

Consejos para llevar a buen puerto esas primeras incursiones en el mundo de la traducción profesional

Si pudiera darle algunos consejos a aquel yo que empezó a traducir hace diez años, le diría:

  • A pesar de lo que pase, a pesar de todas las negativas, inténtalo todos los días. Aprende a vivir con el no y úsalo para mejorar tu estrategia.
  • Analízate y véndete como especialista en uno o varios campos. «Traducir de todo» es una mala estrategia comercial, aunque a ti te guste todo, a priori. ¿Qué textos te gusta leer? ¿Qué se te da mejor? Creo que esto lo hacemos todos de manera más o menos inconsciente: hay encargos que nos llaman más o menos la atención. Que te vendas como especialista en una materia, no implica que no puedas realizar trabajos de otras especialidades relacionadas si es necesario.
  • Diferénciate. Una cuestión compleja cuando uno empieza, pero crucial. Si hago lo mismo que mis compañeros de la facultad, ¿cómo voy a facilitarle la tarea al cliente la tarea de elegirme? Hace diez años, muy pocos traductores tenían una web, así que fue una de las primeras cosas que hice. Buscar un dominio propio, usar una dirección de correo profesional, tener una web sencillita… Actualmente, diría que para ciertas especializaciones es básico tener presencia en internet. Entre los traductores literarios, por ejemplo, no está tan extendido. Lo cual es una buena oportunidad para los que empiezan. Como el caso de Las cuatro de Syldavia. Un grupo de chicas que se dedican a la traducción de cómics, cuya web ha aparecido en varios medios nacionales (aquí).
  • Eres una empresa, un emprendedor, un empresario o como quieras llamarlo. Hay una gran diferencia entre «busco trabajo» y «ofrezco servicios». Mayoritariamente de letras, a los traductores nos horroriza todo lo que tenga que ver con los números o que tenga un cariz muy comercial. «Yo solo quiero traducir.» He realizado varios programas de creación de empresas y solo puedo decir que ojalá lo hubiese hecho antes. Balances, cuentas de resultados, DAFO, IRPF, Hacienda… No hay que vender nuestra alma de traductores a ningún diablo capitalista para utilizar una estrategia empresarial en nuestra profesión. Al fin y al cabo, queremos ganarnos la vida con esto, ¿o no?
  • Observa a los profesionales que admiras. ¿Qué hacen ellos para posicionarse? Analiza sus estrategias. Estudia cómo se presentan al mercado. Tu objetivo debe ser hacerlo igual de bien, pero con personalidad propia. Las copias se detectan muy rápidamente. Scheherezade Surià tiene un proyecto muy divertido llamado Pin Up Translator. Todo un soplo de aire fresco y una forma muy original y optimista de hablar del oficio del traductor. No la conozco en persona, pero siempre me viene su ejemplo a la cabeza porque, al menos a mí, ha conseguido transmitirme la idea de que ella es «la traductora pin up». Échandole un vistazo a los proyectos que ha hecho, se ve rápidamente que es una apasionada de la literatura. Ha traducido mucha novela romántica. ¡Las traductoras pin up son perfectas para su imagen!

Para acabar, dejo por aquí las entradas que me han servido de inspiración:

A puerta fría. Encontrar trabajo «con la que está cayendo» de la mencionada Scheherezade. Incluye muchos recursos para elaborar cartas de presentación, CVs y cuidar la presencia en internet.

Medios de comunicación o cómo desmotivar a una generación entera de Merche García Lledó.

Solo me queda decir…

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Los sueños se confunden con la realidad, ¡Feliz Navidad!

24 de diciembre de 2011 by eltallerdeltraductor 1 comentario

Aeropuerto de Fráncfort, 6:30 de la mañana del 24 de diciembre de 2011

Terminal 2, puerta D23

Miro hacia atrás mientras espero a que abran la zona de embarque del vuelo que me llevará a pasar las vacaciones de Navidad en Gran Canaria. Dentro de unas semanas se cumplirá un año del comienzo de mi viaje como traductora emigrante en tierras alemanas. A lo largo de estos meses he pasado por diferentes estados de ánimo. Desde la euforia inicial y la emoción de los primeros meses, hasta la inevitable morriña que nos afecta a todos cuando las emociones empiezan a equilibrarse. El país que era nuevo y desconocido empieza a adquirir colores familiares y rutinarios; la tierra natal que muchas veces resultaba monótona y aburrida se convierte ahora en la tierra prometida.

Diciembre es el mes de los propósitos para el año nuevo. Además de retomar algunos idiomas que dejé aparcados en diferentes momentos de mi vida, me gustaría darle un toque de aire fresco al blog. Tengo varias ideas que llevo barajando desde hace un tiempo, aunque me gustaría probar diferentes cosas a modo de experimento. Otro de los propósitos es asistir como mínimo a dos congresos de traducción. También me gustaría aportar mi granito de arena a la corriente de motivación para traductores que parece reinar durante este último trimestre. Porque hace mucha falta. Siempre he pensado que, por muy mal que vayan las cosas, con optimismo se vive mejor.

Las Palmas de Gran Canaria, 14:00 del 24 de diciembre de 2011

Salón de mi casa, maletas sin deshacer

Ha sido un vuelo un poco movidito al principio: teníamos fuertes vientos de cara. Me ha dado tiempo de terminar de ver la película «En busca de la felicidad«, de la que puse un vídeo en otra entrada. La escena que más me gusta es cuando Chris y su hijo están sentados en la estación de tren. El hijo está bastante desanimado y adopta una actitud derrotista, impropia de él, pero Chris consigue devolverle la ilusión usando la capacidad imaginativa de su hijo. Terminan pasando la noche en los aseos del metro, pero ese momento tan duro queda envuelto en una metáfora. Algo similar ocurre en «La vida es bella» (otra película imprescindible), cuando Guido intenta evitar que su hijo descubra los horrores de la guerra en la que están inmersos.

Creo que los mensajes de ambas películas son muy necesarios hoy en día, con la situación de la economía, el pesimismo conquista los ánimos a pasos agigantados. Aunque quiero dedicar una entrada a mis recursos de cabecera en cuanto a motivación y optimismo se refiere, me gustaría aprovechar el día de hoy para desearos a todos una Feliz Navidad y que todos vuestros sueños se cumplan en el año 2012. Aunque estos días no dejamos de recibir mensajes de este tipo de todo el mundo y pueden llegar a cansar, a todos nos viene bien dejarnos llevar por los sueños y la ilusión, porque un mundo mejor es posible. Y para ello, los sueños son esenciales. Al igual que Chris, es importante tener sueños que cumplir, metas por alcanzar. Y, a veces, después de muchos intentos, si nos tomamos un respiro, quizá la oportunidad llega a nuestra puerta sin buscarla. Como dice el refrán: «Cuando menos lo esperas, salta la liebre». O puede que aparezcan otras oportunidades mucho mejores.

Espero que el próximo año nos traiga a todos muchas cosas positivas que contar y compartir.

May all your dreams come true in 2012!
May all your dreams come true in 2012!

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Lectura de la guía ilustrada de Mox

12 de diciembre de 2011 by eltallerdeltraductor 3 comentarios

La semana pasada salió a la venta el libro de Mox Illustrated Guide to Freelance Translation y por fin he terminado de leerlo.

Mox book

Por si acaso alguien todavía no lo conoce, Mox es el protagonista de las tiras cómicas que aparecen en el blog de Mox, publicado por Alejandro Moreno-Ramos. El éxito de las viñetas se debe principalmente a que todos nos sentimos indentificados con Mox, un traductor joven que apenas llega a fin de mes.

Además de las tiras cómicas, el libro incluye 13 artículos de famosos blogueros del ámbito de la traducción como: Sarah Dillon, Judy Jenner, Corinne McKay o Pablo Muñoz.  Cada uno de los artículos sirve como introducción a un bloque de tiras que se centran en aspectos concretos de la vida de un traductor.

Me ha parecido muy original el comienzo, ya que las primeras tiras muestran anéctodas de la traducción en la Prehistoria, tal y como se puede observar en esta página de muestra.

Aunque las tiras son en blanco y negro, la diversión está garantizada. Además de Mox, podremos ver otros conocidos personajes como sus mascotas, la sufrida Lena o la voz de la conciencia, Calvo. También asistiremos a la creación de una asociación antitraductores cuyos miembros darán muchos quebraderos de cabeza a los traductores.

Algunos de los elementos más divertidos de las viñetas son las referencias indirectas. Conocía muchas de ellas, pero de todas las que he visto hasta la fecha, me quedo con «Puente de León». Podría ser interesante incorporar algún intérprete al elenco de personajes, ¡seguro que daría mucho juego! Ahí dejo la sugerencia. 🙂

Si os apetece echaros unas risas estas Navidades, os recomiendo el libro. Así podremos descansar un poco de esos plazos y ver el lado divertido de muchas de las situaciones a las que tenemos que hacer frente.

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Motores de búsqueda para Firefox

21 de octubre de 2011 by eltallerdeltraductor 13 comentarios

A pesar de que Chrome está ganando terreno a pasos agigantados, según las últimas estadísticas, Firefox sigue siendo el navegador más utilizado a día de hoy.

Una de las funciones que echo de menos en Chrome es la posibilidad de añadir motores de búsqueda al propio navegador. En Firefox, esta función se encuentra en la parte superior derecha, justo al lado de la barra de direcciones y permite ahorrar mucho tiempo.

Su funcionamiento es muy sencillo:

  1. Cuando queramos hacer una búsqueda en alguno de los motores que tengamos instalados, en primer lugar debemos asegurarnos de que se encuentra seleccionado aquel que queramos utilizar.
  2. A continuación, indicaremos en la caja de texto qué es lo que deseamos buscar.
  3. Y con tan solo pulsar Enter, nos aparecerá la web del motor de búsqueda y nos mostrará directamente los resultados.

A primera vista, puede que parezca que no nos ahorra mucho tiempo. Pero si investigamos un poco más, podemos sacarle mucho rendimiento a esta función. Con la expresión «motor de búsqueda», no solo se hace referencia a páginas como Google o la Wikipedia, también podemos guardar búsquedas predeterminadas en multitud de diccionarios y obras de consulta que los traductores visitamos con mucha frecuencia.

¿A quién no le gustaría ahorrarse tener que escribir «www.rae.es», «iate.europa.eu» o «wordreference.com» y poder realizar la búsqueda directamente mientras navegamos por otra página? El ahorro de pulsaciones es mucho mayor con páginas en las que debemos seleccionar la combinación de idiomas o algunas opciones más.

En la sección de motores de búsqueda de la página de desarrollo de Mozilla hay infinidad de ellos. Incluso hay un apartado específico para diccionarios y traducción: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?category=57

Para instalarlos, no hay más que seleccionar el enlace del motor de búsqueda y nos aparecerá una ventana emergente en la que se nos preguntará si queremos añadirlo a nuestro navegador. Un par de clics más tarde, ya tendremos el motor en la lista desplegable y podremos utilizarlo sin problema.

Lo más interesante es que es posible crear nuestros propios motores de búsqueda. Hace poco, hice uno para la combinación EN > ES del portal Mymemory.net.

Aquí os dejo una lista de los que me parecen más interesantes:

  1. RAE – Búsqueda directa: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=rae+b%C3%BAsqueda
  2. RAE – CREA: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=rae+crea
  3. RAE – CORDE: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=rae+corde
  4. Diccionario de Dudas de la RAE: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=rae+dudas
  5. Ideas afines: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=ideas+afines
  6. Sinónimos (varios motores): http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=sin%C3%B3nimos
  7. Collins EN – ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=collins+en-%3Ees
  8. Wordreference EN – ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=wordreference+en-%3Ees
  9. Babylon EN – ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=babylon+en-%3Ees
  10. IATE EN>ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=iate+en+es
  11. Microsoft Terminology EN – ES (dos versiones): http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=microsoft+terminology+es
  12. PROZ – EN <-> ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=proz+en%3C-%3Ees
  13. Linguee EN – ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=linguee+es
  14. My Memory EN – ES: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=my+memory+es
  15. Merriam Webster (English – Spanish) (dos motores): http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=merriam+spanish

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