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El Taller del Traductor

Recursos para traductores

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Negocios

Los conceptos económicos de oferta y demanda y su relación con la especialización del traductor

26 de septiembre de 2021 by eltallerdeltraductor Dejar un comentario

En economía, al hablar de oferta se hace referencia a la oferta total de bienes y servicios que ofrecen todas las empresas pertenecientes a un sistema económico durante un período de tiempo. Incluye todo: bienes de consumo privado, bienes de capital, bienes públicos y bienes producidos para la exportación. En otras palabras, es todo lo que producen las empresas de un sistema económico (o país) concreto.


La demanda, por su parte, es la demanda total de bienes y servicios en un sistema económico determinado, en un período concreto y a un precio también específico. La demanda representa lo que se compra en un mercado (o país) determinado.

El precio es importante aquí, porque si los precios aumentan, también lo hace la oferta (por supuesto, todas las empresas quieren producir y vender a precios más altos), pero la demanda, por su lado, tenderá a disminuir (porque todos los clientes quieren comprar a precios más bajos).


¿Y qué tiene que ver esto con el sector de la traducción?


Los conceptos de oferta y demanda son especialmente relevantes a la hora de elegir tus especializaciones, ya que la cantidad de trabajo que tendrás en el futuro dependerá de lo que ocurra en tu país, incluida la oferta y la demanda de productos y servicios.

Fíjate en las especializaciones que has elegido o que pretendes elegir.

La oferta y la demanda te dirán si se producen bienes en esos ámbitos y sitienen demanda o no.

Por ejemplo, si quieres especializarte en traducción de dispositivos médicos, deberás estudiar el volumen de oferta y demanda de esos productos en el país de la lengua hacia la que traduzcas.

Esta investigación te dará información muy útil como cuánto se produce, cuánto se consume y a qué precio. Lo cual te ayudará a determinar si tu especialización es viable o no.

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Los 5 pilares fundamentales de tu negocio como traductor autónomo

26 de septiembre de 2021 by eltallerdeltraductor Dejar un comentario

En su libro The Personal MBA, Josh Kaufman afirma que cualquier negocio se sustenta sobre los cinco pilares siguientes:

  1. Creación de valor: Detectar lo que la gente necesita o quiere para, a continuación, crearlo.
  2. Marketing: Captar la atención de la gente y generar demanda para aquello que has creado.
  3. Ventas: Hacer que los clientes potenciales te paguen por tus productos o servicios.
  4. Entrega de valor: Darles a los clientes aquello que les has prometido y asegurarte de que quedan satisfechos.
  5. Finanzas: Ganar lo suficente, tanto para mantener el negocio como para que el esfuerzo valga la pena.

No importa si eres un traductor en pijama o Jeff Bezos, si en tu negocio falta alguno de los puntos anteriores no tienes un negocio, tienes… otra cosa:

  1. Un negocio que no crea valor para otros es un pasatiempo.
  2. Un negocio que no capta la atención de posibles compradores no saldrá adelante.
  3. Un negocio que no vende el valor que crea es un negocio sin ánimo de lucro.
  4. Un negocio que no cumple lo que promete es una estafa.
  5. Un negocio que no genera suficiente dinero para seguir funcionando acabará cerrando.

En el ámbito de la traducción y, en concreto, para aquellos que se dedican a la profesión como autónomos, optar por una o varias especializaciones tradicionales como literaria, jurídica, etc. ha sido la forma más sencilla de hacerse un hueco en el sector.

Hace unos años comentábamos cómo definir las especialidades a la hora de vender servicios de traducción.

Sin embargo, con el avance imparable de la digitalización, las grandes especializaciones se han quedado cortas y a día de hoy es muy fácil encontrar, en las combinaciones de idiomas más demandadas, infinidad de traductores literarios, jurídicos, etc. que acaban compitiendo por precio por falta de diferenciación.

«At the end, you’re different or you’re cheaper»

Guy Kawasaki


El primer paso de la solución pasa por buscar micronichos o subespecialidades, aunque hay que adentrarse en este terreno analizando las posibilidades de mercado para evitar escoger una especialidad que no tenga apenas demanda.

Si estás pensando lanzarte a la aventura como autónomo o si ya lo eres pero las cosas no te van como esperas, analizar la situación a través de estos cinco pilares es un gran punto de partida, porque te dará una visión muy completa de cómo funciona un negocio y puede ayudarte a detectar problemas o lagunas muy rápidamente.

Para empezar, define cómo serán cada uno de estos procesos en tu andadura como traductor autónomo.

Hasta que no seas capaz de describir o esquematizar tu idea de negocio en función de estos pilares fundamentales y entenderla a la perfección, es muy probable que sea más complicado que puedas salir adelante con tu idea.

«A business is a repeatable process that makes money. Everything else is a hobby.»

Paul Freet

Creación de valor

Marketing

Ventas

Entrega de valor

Finanzas

Tareas


  1. Definición
    Define cómo serán cada uno de los procesos de: creación de valor, marketing, ventas, entrega de valor y finanzas en tu negocio.
  2. Detalles
    Describe o esquematiza cada proceso con detalle.
  3. Sistematización
    ¿Cómo encaja cada uno de los procesos entre sí?

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El éxito: dinero, perfección y predicación

10 de febrero de 2016 by eltallerdeltraductor 12 comentarios

El éxito: dinero, perfección y predicación

Justo antes de irme a dormir me he topado con esta reflexión de Seth Godin:

Successful freelancers need to charge at least double the hourly rate that they’d be happy earning doing full time work. (In many fields, it’s more like 4 or 5x).

And they need to spend at least half their time getting better at their craft (and helping the market understand and appreciate what they do).

Your mileage may vary, but one sure route to becoming an unhappy freelancer is charging just enough and hoping that the low price will keep you busy all the time.

Y me ha llamado la atención porque creo que estos tres pilares del éxito pueden aplicarse tanto a autónomos como a asalariados:

  1. El dinero que ganas (obsérvese la diferencia entre ganar y cobrar/ingresar) forma parte del éxito que tengas como profesional (autónomo o no). No porque tengas que ganar una millonada (a todos nos gustaría, ¿no?), la cosa está más bien en que ganar más dinero del que necesitas para subsistir te permite ahorrar. La estabilidad laboral es una quimera en la sociedad actual, de modo que no nos queda otra que aspirar a la estabilidad financiera, como si fuéramos una empresa, vamos.
  2. Al menos necesitas emplear la mitad de tu tiempo en mejorar tus habilidades por un lado y, por otro, en educar a tus clientes/jefes (presentes y futuros) para que sepan apreciar lo que haces. Si no te mantienes al día, tu competencia te adelantará tarde o temprano. Y si no te haces valer ante tus clientes o tus jefes ni tampoco tienes claro qué valor aportas al mundo, nadie te va a regalar nada por muchos títulos, conocimientos o experiencia que tengas a tus espaldas. Ser conformista no es una opción para los que quieren sobrevivir.

 

 

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Cómo presupuestar una revisión o transcripción (o cualquier otro trabajo por horas)

17 de enero de 2014 by eltallerdeltraductor 57 comentarios

Esta semana me preguntaba mi amigo João cómo se podía presupuestar una revisión y he pensado que sería útil compartir aquí algunas ideas que le comenté. Además, también pueden aplicarse a las transcripciones o cualquier otro trabajo por horas, ya que se trata de un método en el que se pretende establecer previamente el número de horas que nos llevará el trabajo y poder dar así un presupuesto cerrado.

Presupuesto revisión o transcripción
  1. Pedirle al cliente, tanto si es directo como agencia, el documento en cuestión. En caso de que sea una transcripción, necesitaremos el vídeo o el audio correspondiente.
  2. Delimitar y aclarar con el cliente el objeto del encargo. Con los términos «corrección» y «revisión» suele haber bastante confusión, de modo que no está de más que confirmemos de qué tipo de trabajo se trata. Quizá a los clientes directos haya que explicarles la diferencia, pero si cumplimos con este paso nos podemos ahorrar más de un disgusto. Con las transcripciones, entre otras cosas, conviene ponerse de acuerdo con el formato que se va a utilizar y asegurarnos de que vamos a incluir todos los datos que el cliente necesita.
  3. Examinar el documento y hacer una prueba con una muestra. Aquí está el quid de la cuestión. ¿Cuánto tiempo tardamos en revisar una página (unidad útil para documentos en Word, por ejemplo)? ¿Cuántas palabras (unidad preferible con otros documentos como Excel o PowerPoint) revisamos en 15 minutos? Si se trata de una transcripción, ¿cuántos minutos soy capaz de transcribir con 10 minutos de trabajo? En función de la prueba que hayamos hecho y del documento, tendremos resultados como:
    • Una página revisada cada 10 minutos.
    • 600 palabras revisadas cada 15 minutos.
    • Un minuto de audio/vídeo transcrito cada 10 minutos.

Es muy importante que hagamos la prueba anterior siempre y que no nos fiemos de las medias de trabajos anteriores. Puede haber textos muy bien escritos que apenas que tengamos que revisar y puede que haya otros que nos lleven más tiempo. Con las transcripciones ocurre lo mismo: en función de la calidad del sonido, de la temática y de la vocalización de las personas que hablen, el tiempo que tardemos se puede disparar.

Una vez tengamos nuestros datos, solo es cuestión de hacer cálculos:

  • Una página cada 10 minutos = Seis páginas/hora. ¿Cuántas páginas en total tiene el documento? Supongamos que 100. Pues si dividimos el total de páginas (100) entre la media por hora (seis) y tendremos el total de horas que tardaremos en realizar el trabajo:  17 (con redondeo al alza).
  • 200 palabras cada 15 minutos = 800/ hora. ¿Cuántas palabras en total tiene el documento? Supongamos que son unas 60.000 palabras. Divididas entre la media por hora (800) nos da un total de 75 horas.
  • Un minuto de audio/vídeo transcrito cada 10 minutos = seis minutos/hora. Si la grabación dura 60 minutos, los dividimos entre la media por hora (seis) y obtenemos un total de 10 horas de trabajo. Con las transcripciones siempre nos sorprendemos de lo mucho que se tarda en hacerlas. ¡Con lo fácil que parece!

Con el resultado en horas, ya es solo cuestión de aplicar nuestra tarifa horaria para obtener el presupuesto final: Número de horas x tarifa horaria = PRESUPUESTO FINAL.

¿Qué os parece el método de azafata del Un, dos, tres?

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Curso: Cómo vender servicios de traducción (V) – Sondeo de mercado

20 de diciembre de 2013 by eltallerdeltraductor 8 comentarios

Sondeo de mercado
Sondeo de mercado para conseguir encargos de traducción

Semana 2 – Día 2

Existen muchas técnicas para ponernos en contacto con clientes potenciales, lo cual nos servirá para conseguir más encargos de traducción. Cada día, nosotros mismos somos objetivo de cientos de empresas que nos bombardean con su publicidad. Echad un vistazo a vuestras cuentas de correo no deseado. O consultad por un momento los anuncios que Facebook muestra a la derecha. Al igual que el telemarketing, la eficacia de enviar correos electrónicos a mansalva o infestar Google o Facebook con tus anuncios se basa en el volumen: hay que dar mucho la brasa a mucha gente para que alguien pique.

Si algo bueno tienen las técnicas tipo «dar la brasa» es su comodidad: son muy automatizables y no requieren mucho esfuerzo. Por eso mismo, su parte negativa es que la inmensa mayoría hace lo mismo. De modo que, al final, su eficacia queda bastante en entredicho. Confesad: ¿realmente leéis todos los mensajes publicitarios que os llegan al buzón de correo? Por muy pesado que se ponga Amazon…

Para un traductor autónomo, pasarse el día mandando correos a todas las agencias de traducción que encuentre puede ser útil siempre y cuando se envíen muchísimos. Se dice que los contactos a puerta fría responden en torno a un 1%… Así que echad cuentas.

Además, conviene recordar la ley de protección de datos y las multas que nos pueden caer por enviar información comercial no deseada. Sí, esos correos masivos que todos hemos enviado alguna vez a las direcciones de info que miles de agencias de traducción ponen en su web son correo no deseado.

Si todavía no hemos hablado con ningún cliente ni tenemos un retrato robot de nuestra «víctima», es mejor que esperemos hasta saber realmente a quién tenemos que dirigirnos, cómo, en qué medio, etc. y que hagamos del spam el último recurso. Mandar spam por mandarlo, como que no.

¿Y qué es lo que se debería hacer? Dejarse de automatismos, misivas virtuales y salir a la calle al encuentro con los clientes que hemos definido anteriormente como clientes potenciales. Tenemos que preguntarles si realmente están dispuestos a pagar por nuestras traducciones o no, a qué precio, etc. Haciendo este tipo de entrevistas tendremos muchas más posibilidades de localizar a contactos con los que conseguir más encargos de traducción.

Es lo que actualmente se llama «validar la idea» («sondear el mercado» de toda la vida).

¿Y eso cómo se hace? Básicamente se trata de acercarnos a la presa de la forma más natural posible, mejor si es en su propio hábitat. Hace falta mucha paciencia y apenas se puede automatizar nada: tienes que estar tú ahí sudando la gota gorda y hablando cara a cara con tus clientes.

Ejemplo práctico para acercarte a potenciales clientes

Imaginad una empresa que quiera ofrecer servicios a traductores, ¿adónde tendría que acudir para conocer a su mercado y sondearlo? ¿Dónde nos congregamos los traductores (tanto virtual como presencialmente)?

En lugar de enviar nuestro currículo por correo electrónico a un despacho de abogados que ni siquiera sabes si necesita traducciones (¿lo leerá alguien? ¿les sonará a chino?), ¿por qué no acudes con tus tarjetas a alguna charla que se organice en el Colegio de abogados? En el turno de preguntas, no te cortes: haz alguna interesante y aprovecha para presentarte y decir a qué te dedicas. Si alguno de los presentes necesita o ha necesitado un traductor, seguramente se acercará a ti para pedirte tu tarjeta. True Story.

En estas primeras tomas de contacto, en lugar de vendernos sin remordimientos, es más recomendable que hagamos muchas preguntas y nos interesemos por la experiencia del cliente potencial. ¿Suele necesitar traducciones? ¿A qué idiomas? ¿Son encargos muy voluminosos? ¿Los necesita de un día para otro? ¿Cuánto ha pagado por las traducciones? ¿Ha trabajado con agencias?

Seguramente nos encontraremos con respuestas y anécdotas de lo más variopintas, pero todo nos será útil para valorar el mercado. Incluso alguien nos dirá qué ya existe Google Translate. Paciencia. Es normal. Con el tiempo aprendes a tomarte estas cosas con humor y hasta te suponen un reto interesante.

Es muy importante hacer preguntas y estar atentos a todos los detalles que nos puedan dar. Quizá descubramos algún nicho que desconocíamos o que no hay mucha demanda de nuestra especialización. La información que recabemos nos servirá para perfilar a nuestro cliente ideal, ese es el fin último de nuestra investigación: saber quién es, cómo es, qué piensa, qué hace, qué aficiones tiene, etc. la persona que va a contratar nuestros servicios. Necesitamos un retrato robot para poder modificar nuestra oferta de servicios acorde a las necesidades del que pone la pasta y poder alcanzar el objetivo de conseguir más encargos de traducción.

Resumen

Para sondear el mercado se pueden realizar los siguientes pasos:

1. Averigua dónde se congrega tu cliente ideal.

2. Habla con él y escucha atentamente. ¿Valora las traducciones? ¿Tiene a alguien que se las haga actualmente? Podemos elaborar un guion con preguntas, aunque no es necesario seguirlo a rajatabla.

3. Expón tu propuesta de forma genérica y pregunta qué es lo que le gustaría encontrar en un servicio de traducción (o interpretación). Pregunta qué tendrías que hacer para que te pidiese realizar un encargo.

4. Valida la propuesta. De forma sutil, debes preguntar cuánto estaría dispuesto a pagar por tus servicios. Esto te servirá para determinar la sensibilidad al precio de ese cliente.

En este último aspecto económico y en relación a los clientes directos, no se debe olvidar que no es lo mismo hablar con quien nos contrata, que con quien nos paga. Por ejemplo, supongamos que tenemos la posibilidad de hablar con el presidente del despacho de abogados más grande de España. Salvo que le gusten especialmente los idiomas o la traducción, tendríamos que impresionarle mucho para que, en el futuro, se acordase de nosotros si alguna vez necesita una traducción. Sin embargo, si hablamos con su secretaria, es más probable que guarde nuestra tarjeta y nos tenga en cuenta.

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Curso: Cómo vender servicios de traducción (IV) – Mis clientes

19 de diciembre de 2013 by eltallerdeltraductor 5 comentarios

Retomamos el curso sobre cómo vender servicios de traducción con una parte fundamental: los clientes. Semana 2 – Día 1 En la entrada anterior nos habíamos propuesto elaborar un borrador de propuesta de valor como paso previo para abordar a nuestros potenciales clientes. Hoy toca analizar a quién vamos a ofrecer nuestros maravillosos servicios.

Cómo vender servicios de traducción (IV) - Los clientes
Fuente: http://www.flickr.com/photos/22553351@N03/6635779085/in/photolist-b7o6We-6ooHcz

Recordemos que, a modo de ejemplo, habíamos partido de tres áreas: traducción jurídica, interpretación médica y traducción literaria. Para centrar más nuestra propuesta de valor (recordemos que una de las estrategias para ser más competitivos es especializarse), decidimos especializarnos en traducción de contratos de compraventa de inmuebles, interpretación en congresos médicos y en traducción de literatura juvenil. Ahora toca estudiar el mercado potencial de clientes. Para ello podemos realizarnos preguntas cómo:

  1. ¿Quién puede necesitar traducir contratos de compraventa de inmuebles?
  2. ¿Cuántos congresos de medicina se realizan al año en mi zona? ¿Suelen intervenir ponentes extranjeros?
  3. ¿Qué editoriales publican literatura juvenil? ¿Se publican novelas juveniles traducidas?

No es necesario que este análisis inicial sea muy exhaustivo, pero los resultados deben ser específicos. Me explico: necesitamos localizar a clientes potenciales reales, de carne y hueso. Una vez los hayamos localizado, tenemos que hablar con ellos y sacarles toda la información que podamos sobre sus necesidades de traducción o interpretación. Veamos un ejemplo de cada caso:

  1. Contratos de compraventa de inmuebles. Cliente potencial: despachos de abogados. ¿Cómo localizarlos? A través del Colegio de Abogados de nuestra provincia. Suelen disponer de una base de datos en la que podemos buscar a los colegiados. Gracias a internet, podemos ver qué servicios profesionales ofrecen y contactar con aquellos que ofrezcan servicios a extranjeros.
  2. Interpretación en congresos de medicina. Cliente potencial: asociaciones de médicos y Colegio de Médicos. ¿Cómo localizarlos? Acudiendo al Colegio de Médicos de nuestra provincia. Es posible que en el sitio web se anuncien las actividades que realizan. Si hay ponentes internacionales, es posible que necesiten servicios de interpretación.
  3. Traducción de literatura juvenil. Cliente potencial: editoriales con colecciones de literatura juvenil o especializadas en la materia. ¿Cómo localizarlas? Aunque en internet hay muchos directorios con editoriales clasificadas por temáticas, al igual que en los casos anteriores, creo que lo más eficaz es el contacto directo. Las ferias del libro son el sitio ideal para charlar distendidamente con nuestros clientes potenciales.

Si añadimos esta información al archivo que estamos creando con la radiografía de nuestra estrategia, quedaría más o menos así:

Cuadro con clientes
Cuadro con clientes

Como decía, lo que necesitamos son contactos de carne y hueso para hablar con ellos y sondearlos. Una vez sepamos más o menos a qué cliente vamos a ofrecer nuestros servicios, tendremos que estudiarlos en su hábitat natural para plantear, posteriormente, nuestra mejor oferta estrategia posible. Entonces, ¿cómo establecemos el primer contacto con ellos? Lo veremos en la próxima entrada. 🙂 De momento, ¿quiénes crees que necesitan tus servicios de traducción especializada? ¿En qué ámbitos se mueven? ¿Hay congresos centrados en tu área de especialización?

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